Las nuevas tecnologías están diezmando el empleo en el viejo mundo industrial. La robótica está invadiendo las fábricas, reemplazando poco a poco la mano del obrero. El comercio online está creciendo y muchas tiendas están abocadas al cierre definitivo si no se adaptan a los nuevos tiempos.
No lo queremos ver, pero el progreso de la era digital es imparable. No lo podemos evitar. El dinero físico está desapareciendo, dejando paso a las monedas digitales. El ocio también está cambiando, encadenando a los niños y no tan niños delante de una pantalla.
(Parece que todo esto nos estaba preparando para un confinamiento.)
Estamos inmersos en la era de la información, pero nos resistimos al cambio porque no nos han educado para estos nuevos paradigmas. Y de repente un virus viene a trastocar todo lo que dábamos por sentado. Con la pandemia ha llegado el miedo: el miedo al contagio, a la calle, a la gente; y, con ello, la mayor crisis económica desde la segunda guerra mundial.
Nos hemos paralizado. Algunos se quedan paralizados lamentándose, criticando la mala actuación de los gobiernos y protestando por todo. Otros no se mueven del sofá y se hunden en la desidia. Solo unos pocos tienen la voluntad de levantar la cabeza y decidir actuar.
En estos tiempos en los que toca arrimar el hombro, yo he decidido aportar mi granito de arena para afrontar la “nueva normalidad” creando este blog en la era digital.
¿Quién quiere seguirme?
Totalmente de acuerdo con lo que expones….sin duda son tiempos difíciles para muchos.El mundo es para los valientes que se atrevan a marcar la diferencia.
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Así es,seamos valientes…
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